La confianza en uno mismo es una de las características principales que caracterizan el espíritu emprendedor o el afán de superación de otros profesionales que desean prosperar . Esta confianza es un elemento clave para afrontar con seguridad  los retos profesionales o laborales. La buena noticia es que cualidades como la confianza y la seguridad interior se pueden adquirir y entrenar. 

Pero, además de todo esto, hay otros factores importantes que deberemos tener en cuenta ante el reto del cambio o crecimiento a nivel profesional, como identificar dónde quieres llegar y cual es el motor que impulse tu potencial.

Qué quiero conseguir

Son muchas las personas que están cansadas de su actual trabajo y desean cambiar de vida. Las razones son variadas como que ya no disfrutan en su actividad laboral o sienten que ya han tocado techo y no hay posibilidad de escalar hacia un mejor puesto en su empresa. Ante estas situaciones que llevan hacia la apatía,  es importante preguntarse:  ¿qué queremos hacer con nuestra vida profesional? ¿cómo puedo desarrollar nuevos talentos? ¿por dónde comienzo si tengo una idea de negocio sobre la que me gustaría emprender?

Si nos centramos en la idea de desarrollar un proyecto emprendedor, debemos buscar información sobre el sector y el mercado: cual es el nivel de competencia, nombres de empresas o marcas de referencia. Así como investigar sobre los productos, datos de facturación y cuantificar los distintos segmentos de clientes a los que podemos dirigir nuestra oferta. Recopilar información y los detalles al máximo, es esencial para encontrar cómo diferenciar nuestra propuesta del resto. 

Lo comentado sobre la investigación del mercado antes de emprender, es perfectamente aplicable a un ámbito laboral en el que ya estemos inmersos y en el que queremos transformar o ascender hacia puestos de más responsabilidad.  En este sentido la pregunta a responder es: ¿qué podemos hacer para diferenciarnos del resto de compañeros o del resto profesionales del sector que aspiran a ascender profesionalmente? ¿En qué empresas me gustaría trabajar?

Sigue leyendo y te ayudaremos a encontrar las respuestas a todas estas preguntas.

El plan

Una vez definido donde nos encontramos y el punto de destino al que queremos llegar, deberemos trazar el plan de acción que nos tiene que llevar a ese destino que estamos buscando definiendo todos los aspectos necesarios, punto por punto, que deberemos llevar a cabo para conseguir nuestro propósito.

Aquí, deberemos tener en cuenta los aspectos de mejora de acuerdo con nuestras motivaciones e intereses. Debemos ser autocríticos y detectar nuestros puntos débiles y cómo podemos mejorarlos.  En este momento toca decidir las acciones concretas que vamos a realizar. Si escribimos todas la áreas de mejora y que debemos hacer para lograr los objetivos puede llegar a ser abrumador. Y en la mayoría de los casos lleva a la no acción. Pero hay una forma para conseguirlo y ésta es la formación. Cuando tomas la firme decisión y adquieres el compromiso de cubrir las carencias detectadas y/o crecer fortaleciendo otras cualidades que poseemos, está más cerca el logro de los objetivos marcados.

La formación

Tomar la decisión y matricularse en un programa formativo es la forma más rápida y eficiente para lograr todo lo comentado anteriormente. Superar el  reto laboral o profesional que te has planteado es más fácil conseguirlo con un plan de formación que reúna el desarrollo de competencias, habilidades y actitudes de alto nivel para lograr esos cambios en tu situación laboral. Existen programas completos que permiten llevar a cabo transformaciones según indican muchos expertos. Los Másters como el  Executive MBA en Valencia, organizado por la Cámara de Comercio puede hacer que esa experiencia tome mucho más valor que una simple titulación. Se trata de un programa pensado para potenciar el desempeño profesional, ganar en excelencia para estar preparado para emprender o para alcanzar el puesto directivo que ansiamos.

Este tipo de Máster marca la diferencia y ofrece otros valores muy importantes para conseguir tu objetivos como no acomodarte con las situaciones, la toma de decisiones eficientes o el liderazgo. Además de prepararte a nivel académico en áreas de esenciales para dirigir una empresa como son las finanzas, las ventas, el marketing, o la gestión de personas, también tienes la oportunidad única de conocer a gente que tiene las mismas inquietudes que tú y el mismo deseo de superar su reto. Todos los titulados hablan del networking como uno de los aspectos más importantes de un Executive MBA. Tener un agenda de contactos actualizada con perfiles cualificados es de gran valor para conseguir objetivos profesionales. Diversos estudios indican que más del 80% de las mejoras y oportunidades laborales provienen de la red de personas que has tejido a través de las relaciones profesionales.

Estudiar un MBA Executive es una decisión que aporta además de los beneficios comentados, otro fundamental cuando se desarrolla un actividad profesional. Se trata de que es un formato compatible con el trabajo. Los planes de estudios se desarrollan para que los estudiantes puedan compaginar su horario laboral con los estudios. Se imparten en viernes y sábados. La duración es de un año académico, y es importante avisar que se trata de estudios superiores, que requieren esfuerzo. El aprendizaje es intenso y a pesar de que durante 9 meses debes estudiar y trabajar simultáneamente, el resultado es tan gratificante, que el 99% de los titulados indican que repetirían la experiencia.

¿A qué esperas para empezar?

Si tienes un gran desafío laboral, quieres crecer en tu organización o hace tiempo que tienes un proyecto de emprendimiento en la cabeza, la recomendación es formarse para conseguir esa meta que te has planteado. No esperes más y ponte en marcha, piensa en el camino que te va a llevar al triunfo y fórmate para conseguirlo. Elimina el miedo y la inseguridad de tu camino. El esfuerzo y ejecutar un plan formativo es un requisito clave para realizar cambios profesionales con garantías de éxito.